Ambos salieron de la casa mientras la señora Mary se dirigía a la cocina para preparar una deliciosa cena. Morgan se encontraba bastante feliz al pensar que estaría un día más en compañía de su nuevo mejor amigo Gustav. Gustav se dirigió a su auto y le cedió el paso a Morgan abriéndole la puerta cómo todo un caballero. Morgan subió con delicadeza ya que su vestido se subía con cada movimiento que ella hacía. Siempre tan sonriente cómo a Gustav le gustaba.
Gustav encendió su auto y esperó un poco a que el motor se calentara, Morgan miraba con detenimiento el interior de éste. Parecía una niña cuando miraba maravillada cada objeto que había dentro. Luces, sonidos, espejos. Todo le gustaba. Le encantaba sentir la textura de los asientos que estaban hechos de piel, tan suaves y alcochonados. Morgan se estiró y dió un suspiro ante el aroma que había dentro del auto...
Morgan: -"Es delicioso"... -argumentó mientras se daba cuenta de que arriba había una pequeña ventanilla. Gustav se dió cuenta y sólo bastó con apretar un botón para que éste se abriera. Él puso en marcha el auto y Morgan sonreía más que antes. Poco a poco Gustav subía la velocidad del auto al salir de la ciudad. Iban en una carretera con la vista a un inmenso bosque, el aire era más fresco y el sol no se era de esperar. Morgan se levantó y sacó la mitad de su cuerpo por el quemacocos del automóvil. Ella podía sentir el aire rozar su rostro mientras el calor del sol aumentaba su emoción que por dentro sentía. Sentirse libre de nuevo era algo que tanto anhelaba. Gustav sonreía al escuchar las pequeñas carcajadas que provenían de Morgan.
Poco a poco la velocidad del automóvil disminúia y Morgan ya se encontraba dentro.
Gustav: Hemos llegado- dijo mientras apagaba el motor y se bajaba a abrirle la puerta a Morgan.
Ella, al bajar, quedó perpleja al ver el hermoso paisaje que sus ojos contemplaban. Estaban en un hermoso bosque en donde las flores tienen gran tamaño y su color era inmenso. El cantar de los pájaros se podía escuchar a cientos de kilómetros, mariposas borboloteaban por doquier y el aire llevaba en compañía un dule aroma a flores bañadas en rocío.
Morgan corrió rápido y Gustav le siguió el juego. Ella, al llegar a las flores las cuales su tamaño del tallo eran largas, Morgan se escondió entre ellas.
Gustav: -¡Morgan!- gritaba haciendo cómo si no supiera donde se encontraba.- ¡Morgan!
Morgan sólo sonreía y trataba de mantenerse oculta entre las flores color lila. Su atención fue llamada por una chica alta y delgada de ojos color azul que se podía distingir a kilómetros. Casualmente la chica rubia la miraba desde lejos y un pequeño susurro pudo percatar Morgan... "Regresa" Ella cerró los ojos y se dejó llevar por aquella voz dulce.
Gustav: -¡Te encontré!- gritó picando un poco sus costillas espantándola, ella dió un brinco y sonrió al ver a Gustav. Ella se balanceó hacia él y él la cargó dandole vueltas. Ella se reía a carcajadas, era un momento único para ella y para Gustav también.
Morgan:-Cierra los ojos.- ordenó mientras sonreía.
Gustav asintió y cerró los ojos mientras contaba...
Gustav:-uno, dos, tres, cuatro...- contaba tapándose los ojos, sentía solamente el aire rozar su cuerpo.- ...diez.!
Abrió los ojos y fue en busca de Morgan quien se había ocultado perfectamente bien.
-Morgan!... ¡Morgan!- Corria y corría tratando de encontrarla pero no veía ni rastros de ella.- ¿Donde se habrá metido?- pensó.
-¿Quién es Morgan?
Gustav se giró a su derecha y vió a la persona que no pensó ver en esos momentos. Sonrió forzosamente.
-Issy... ¿Qué haces aquí?
Issy era una chica alta de buen cuerpo, no era ni tan delgada ni gordita. Sus ojos eran color café rojizo y su piel de tez clara. Su cabello era largo y ondulado de color rojizo que lucía bastante ante los rayos del sol. Estatura media y una sonrisa bastante encantadora. Traía un vestido un poco transparente rosado combinado con un sueter blanco. Zapatos de tacón bajo y pulseras que hacían juego.
Issy: -Traje a mi hermanita aquí a que se distrajera un poco.- respondió un poco confusa ya que la actitud de Gustav no era la misma a la de antes. Issy se convirtió en la mejor compañía de Gustav desde hace años, ella conoce todo el mundo, pero el mundo no la conocía a ella.
Gustav: -Qué bien.- Sonrió un poco tímido.
Quizá la vida hace las cosas a su manera sin pedirnos opinión creando conflictos, alegría y lágrimas. Gustav se sentía bastante debastado al encontrarse en una situación incómoda. Sólo deseaba que todo terminara bien y no en un lío grande.
Por otro lado, Morgan se sintió bastante sola al saber que Gustav no la había podido encontrar. Ella salió de las flores que la cubrían y caminó en busca de Gustav, se sentía angustiada al no saber donde estaba él. Quizá él haya aprovechado para deshacerse de ella, era lo único que ella pensaba. Ella, al ver a Gustav de espalda, sonrió para ella y se dirigió a él trotando. Brincó y se trepó a su espalda. Sonrió más y besó la mejilla de Gustav dulcemente, algo que él sintió un sentimiento agradable hacia ella. Issy se quedó perpleja y dió pasos hacia atrás.
Gustav: -Oh!, Morgan.- argumentó .- Ella es Issy... ella es... mi novia.- dijo mientras miraba a Morgan con descepción.
Morgan: -Mucho gusto.- Respondió desanimada estrechándole la mano a Issy.
Issy sólo sonrió y le respondió el saludo, la miraba de arriba a abajo y pudo percatar que ella tenía algo en especial, lo pudo sentir en lo más profundo de su corazón por lo que rápidamente soltó su mano y corrió de su rostro pequeños cabellos que le estorbaban.
Issy:-Veo que se la estaban pasando bastante bien.- dijo con imprudencia.- En lo que a mí concierne... les dejo para que se sigan divirtiendo.
Morgan:-No.- la detuvo .- siendo tú su novia... y yo solo una más de sus amigas... la única que se tiene que marchar soy yo.
Morgan se despidió de Gustav y de Issy. Se dió media vuelta y caminó sin rumbo alguno mientras que Issy se sentía un poco culpable.
Gustav:-¿Segura que sabes el camino a casa?- cuestionó acercandose a Morgan tímidamente.
Morgan: -No lo sé.- Respondió .- pediré ayuda a mis alas...
Sin más que decir, los ojos de Morgan se tornaron color café rojizo pero en el centro su iris era de un tono verdoso... cómo si fuesen dos sentimientos completamente mezclados. Gustav se sintió muy culpable y sin saber que hacer. Ahora debía tomar una desición... Morgan o Issy.
