Ésta pequeña historia no comienza con la típica frase "Érase una vez" ni con "Hace mucho tiempo". Ésta historia comienza en una pequeña y temerosa Isla que se encuentra lejos de las normalidades del hombre.
"Pide un deseo y se cumplirá", una frase que tentaba a toda aquella persona que llegase a perderse allí. Pero no toda historia tiene un final feliz, me refiero a las personas que llegaban a pedir su deseo, siempre terminaban en una tragedia. La Isla Schmetterling, la Isla de las Mariposas, la gente podría decir que es hermosa por sus grandes y frondosas palmas y antiguos árboles de ramas caídas, un lugar en donde podías sentir la suavidad de la arena mientras ésta corre a través de tus dedos, respirar un aire totalmente fresco y estar rodeado por las hemosas aguas que chocaban entre sí provocando un sonido relajante mientras millones de mariposas de infinidad de colores borbolotean sobre tu cabeza. Pero lo que nadie sabía era que, en lo más profundo y oscuro de la Isla, habitaba una hermosa muchacha blanca cómo la nieve y hermosa cómo las mariposas que la rodeaban. Una chica de manos suaves y dedos largos que resaltaban sus delicadas uñas. Labios gruesos y rojizos que a cualquier hombre antojarían. Un rostro incoparable al de cualquier otra chica. Pero ella no era una chica normal, de su espalda sobresalían un par de alas de Mariposa grandes y hermosas, se podía notar muy poco su color púrpura ya que éstas eran transparentes, pero brillaban tanto cómo el mismísimo cielo estrellado. Sus ojos, cómo olvidar aquellos ojos que cambian su iris dependiendo de su actitud.
A veces se tornaban color Turquesa cuándo estaba feliz, también de color café rojizo cuándo se enojaba, al igual que se tornaban de color verde cuándo entristecía. Pero ella no sabía que sus ojos cambiaban de otro color, un color que ella nunca ha descubierto... El color del amor.
Nadie sabe de ella, y las personas que la han visto tratan de atacarla, pero aquellas mariposas luchan por que no la lastimen. Qué mejor ejército que millones de Mariposas que con su delicado polvo que llegan a soltar te hechizan y provocan que tú mismo tomes tu camino, ya sea para bien o para mal. No importa nada si la dulce Morgan se encuentra bien.
Nadie sabe quién la enjendró, nadie sabe quién la abandonó ahí o cómo fue que ella llegó, nadie sabe que ella es una Mariposa que pidió un deseo y ahora vive cómo una humana en busca de algo que para las demás mariposas no existe.
wooooow...
ResponderEliminariiia me prende de
la hiistoriia...
esta muii interesante...!!!