Morgan: Claro… Pero antes, es mejor avisarle a Gustav que saldré contigo. Para que no se preocupe cuando llegue.
Bill: Claro… espera.
Bill tomó una hoja y una pluma que había en la mesa donde se encontraba el teléfono. E hiso una nota diciendo que Morgan estaba con él. Dejó el papel en el sillón y acto seguido ambos salieron de la casa. Morgan subió al auto de Bill y se dirigieron a su destino…
**** Mientras tanto con Gustav****
Issy: Gustav… ¿Me responderías con sinceridad una pregunta?- preguntó ansiosa mientras caminaban hacia la salida de aquél parque. La pequeña Layla (hermana de Issy) jugaba con su pequeño cachorro corriendo de un lugar a otro.
Gustav: Claro… la que quieras.- Respondió rápidamente al sentir curiosidad sobre aquello que se le iba a preguntar.
Issy: ¿Alguna vez has perdido a un ser muy querido?
Gustav se quedó atónito al ser cuestionado de esa manera. Nunca nadie le había preguntado algo similar a aquello que comenzaba a incomodarle. Pero respondió sinceramente.
Gustav: Sí, a mi abuelo. Fue algo terrible cuando me enteré que se había caído de las escaleras ocasionándole la muerte. Fue por él que me hice más fuerte… o mejor dicho, más tímido. No quiero perder a alguien más.
Issy: Y… ¿Qué harías si a mí me pasara algo?
Gustav: ¿Cómo?... Por Dios Issy. A ti nada te pasará. No si yo estoy contigo.
Issy: Pero y si tú no puedes hacer nada… Nadie.
Gustav: No sé a qué punto quieras llegar. Pero no permitiré que algo te pase. ¿Oíste?... Tú cambiaste mi vida cuándo te vi. Me creíste y me quisiste aún sin tratarme perfectamente, y aunque no sepas mis más íntimos secretos… siempre hubo confianza y preocupación por pate de los dos. Así que no me vengas con tus preguntas intrigantes porque NO… PASARÁ… NADA. ¿Entendiste?
Issy asintió con la cabeza y abrazó fuertemente a Gustav. Él sintió ese abrazo cómo el más sincero y caluroso. Temía que algo pasara. Aún confundido, respondió aquél abrazo. Besó su frente y después sus labios. Verdaderamente la amaba aunque sus sentimientos estuviesen confundidos con Morgan. Eran cariños distintos, pero su cariño con Issy era más fuerte.
Gustav: Vámonos, ya mero anochece.
Issy: No, espera. Me gustaría ver a tu lado el anochecer. Aunque sea ésta única vez. Aprovechando la oportunidad de que estoy con mi hermana y contigo. ¿Sí?
Gustav: está bien Princesa…
****En el restaurant****
Al llegar al restaurant, Bill trató a Morgan cómo una dama. Ella se quedó impresionada al ver el lugar tan espectacular…
Bill: ¿Cómo te sientes?- preguntó ya estando sentados en la mesa con los libros del menú.-
Morgan: Es sensacional. Gracias Bill.
Bill: ¡Vaya! Hasta que dices correctamente mi nombre.- sonrió- Antes me decías Will.
Morgan: bueno… es que suenan casi igual.
Bill: No te preocupes. Poco a poco has avanzado perfectamente bien. Aunque siga sin entender algo.
Morgan: ¿Qué?
Bill: Exactamente… ¿De dónde vienes?, porque por lo que he visto no estás acostumbrada a éste tipo de vida.
Morgan: -nerviosa- bueno… ammm… no me lo vas a creer.
Bill: Soy tu amigo, te entenderé.
Morgan: Bueno, yo antes vivía en la Isla de las mariposas. La isla Schmetterling. Fui engendrada ahí y cuidada por mi padre. Crecí con otro tipo de costumbres, nada similar a todo esto. Comía puras plantas y algo de polen…
Bill: Espera…-interrumpió- dijiste ¿Polen?
Morgan: -espantada- Oh, sí… era parte de una dieta especial para… cuidar la piel. Para que no se resecara ya que estaba expuesta al sol y al agua.
Bill: ¿Enserio? Algún día me la enseñarás para cuando vallamos a la playa.
Morgan: ok ok.
Bill: ¿Y cómo es que llegaste hasta acá? Hasta Alemania…
Morgan: Eso no lo sé… Un tipo alto y fuerte me sacó de esa Isla, mi hogar. Recuerdo que me empujó en su pequeño bote y me pegué en la cabeza. Nada más.
Bill: Pobre de ti. Pero que mal por el… ¿A qué maldito desgraciado…
Mesero: Disculpe.- interrumpió a Bill- ¿Podría bajar la voz? Hay gente que lo escucha.
Bill: Disculpe señor.
Mesero: ¿Ordenarán algo?
Bill: Claro, por favor tráigame una ensalada con un poco de soya y el mejor vino que tenga.
Mesero: Claro, y ¿Usted señorita?
Morgan: Un coctel de Camarón por favor.
Mesero: Enseguida les traigo su orden.- se fue-
Bill: Oye Morgan… tengo algo para ti.
Morgan: ¿Ah sí? ¿Qué es?
Bill metió su mano a su chaqueta sacando una pequeña caja de cristal de su bolsillo…
Bill: Éste es un pequeño regalo por parte de Tom y mío.
Morgan: ¿Tom? El chico que me quiso besar?
Bill: Sí, es por eso que tuvo la grandiosa idea de que te regaláramos algo. Y aquí está.
Morgan: Hay Dios… Es hermoso.
Aquél obsequio era un anillo de oro con una piedra en el centro y un par de mariposas a cada costado. Su color púrpura lo hacía resaltar más.
Bill: No sé si te gusten las mariposas pero… creo y la intención cuenta.
Morgan: Bill, me encantó. Y claro que me gustan. Me encantan. En mi otra vida yo era una.
Bill: Sí, a lo mejor y por eso te gustan tanto. Aunque no crea tanto en la reencarnación.
Morgan: Hay Bill, no sea así.
Bill: Mira, la comida ya viene.
Mesero: Que disfruten su estancia.
Bill & Morgan: Gracias.
Ambos comieron hasta el anochecer. Platicando, riendo y llorando el tiempo se les pasó rápido. Una cena que Morgan jamás olvidaría. Mucho menos Bill, que era la primera vez que se daba la oportunidad y la libertad de salir con ella.
Gustav: ¿A qué hora llegarán?
Issy: tranquilo, está con Bill. ¿Qué le puede pasar?
La puerta de la casa de Gustav se abrió bruscamente. Bill y Morgan entraron tomados de la mano y riendo sin cesar. Gustav sintió celos al verlos juntos y felices, se sintió tan desdichado.
Gustav: ¿Dónde estaban?
Bill: Salimos a comer.
Gustav: ¿Enserio?
Morgan: Sí.
Gustav: debiste haberme avisado que te irías con él.
Morgan: Pero te dejamos una nota. Ni siquiera tengo celular para llamarte.
Bill: no veo el caso de que comiences una discusión si el culpable fuiste tú por haberla dejado sola en el parque, sabiendo que ella no conoce nada de éste lugar.
Gustav: Yo le dije que se quedara conmigo, que yo la llevaba. Pero se negó.
Morgan: Porque Issy te necesitaba.
Gustav: o Porque sabías que Bill iría por ti
Bill: Deja tus celos por otra parte. No es justo que discutamos enfrente de tu novia. ¿Qué crees que sienta ella al ver que te pones celoso sólo porque salí con Morgan?
Gustav: No estoy celoso.
Bill: ¿Entonces por qué te pones en ese plan? Pidiendo explicaciones de algo que ni al caso?
Gustav: Bien… ya basta. Issy… te llevo a tu casa.
Issy: No… yo me voy sola…
Gustav: Es noche ya, y traes a tu hermana. Es más peligroso.
Gustav tomó su chaqueta y salió tomando de la mano a Issy, pasando él primero y empujando a Bill y mirando a Morgan de manera decepcionante.
Issy: Disculpa Morgan…- mencionó mientras trotaba por el paso tan rápido al que Gustav la llevaba. Morgan sólo miraba al suelo.
Bill: no te pongas así nena. –Abrazó a Morgan.- Así se pone siempre.
Morgan: Bill, estoy cansada. Me iré a dormir.
Bill: ¿Te acompaño a tu habitación?
Morgan: no es necesario. Lo mejor sería que te fueras antes de que regrese Gustav. Por favor.
Bill: Ok, sólo porque tú me lo pides.
Bill se despidió de Morgan y salió directo a su auto aún sin entender la actitud de su amigo. Mientras Morgan subía las escaleras lentamente con lágrimas confundida sobre lo que acababa de pasar. En tan sólo pensar en el rostro de Issy mientras Bill y Gustav discutían la hacían estremecer. Su cara mostraba dolor y preocupación. Algo ocultaba detras de su mirada y de su corazón, claramente Morgan lo pudo sentir. De algo sufría, era algo más que amor...