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martes, 10 de agosto de 2010

ღCapítulo 1ღ

Era un día normal en la Isla Schmetterling, un día el cuál Morgan salió a estirar un poco sus delicadas alas dando un paseo por las orillas del mar, caminaba con delicadeza cómo toda una dama, moviendo los brazos cómo una pequeña niña y con un pequeño y delgado vestido que dejaba ver sus piernas, sus brazos y su delicada espalda. Tan relajada y pacífica, miraba el cielo y el sol lastimaba un poco sus ojos que estaban tornados de color turquesa. Giró su mirada hacia la derecha quitando de su rostro el cabello que llegaba a estorvarle la vista, pudo observar un pequeño bote abandonado, se acercó a él y éste sólo contenía ropa, comida y algunas joyas. Jaló el pequeño bote más a la tierra y comenzó a sacar todo lo que había en él (cómo casi siempre lo hacía cuándo alguien se perdía), mientras se probaba vestidos y joyas su corazón comenzaba a latir demasiado rápido y un pequeño ruido comenzó a escucharse en los adentros de la Isla, Morgan tiró todo y se acercó a ver que era lo que pasaba, hacía a un lado con delicadeza las grandes hojas que se intervenían en su camino, lentamente se iba acercando a lo que era su hogar, una pequeña cabañita hecha de troncos y hojas que ella misma había construido. Acercó su oído lentamente sin hacer algún ruido, se podía escuchar cómo caían cosas. Poco a poco, los ojos de Morgan se tornaron de color café rojizo, comenzaba a molestarse. Abrió la puerta de la cabaña y miles de Mariposas salieron alteradas de la habitació empujándola y tirándola en un enorme arbusto, ella hacía el intento de quitarlas, pero eran muchas que impedían que viera con claridad lo que ocurría en el interior de la cabaña.
-¡Quitense!- insistía Morgan empujando a las mariposas que la mantenían tirada en el suelo. Ella, sin saber que ellas sólo la protegían, se levantó y comensó a aventar a las mariposas que se intervenían. Se acercó a la cabaña y miró sólo por la puerta.
-Te encontré!- gritó un hombre alto, con tatuajes en los hombros, fornido con exageración. Aquél hombre se fue acercando a ella con violencia, la sostuvo de los hombros muy fuerte provocando que enrojecieran. Cada vez más mariposas comenzaban a salir e intentaban salvar a la dulce Morgan, pero para aqué hombre era pan comido poder salvarse del delicado polvo que comenzaban a soltar las mariposas. Morgan, haciendo intentos por soltarse, se sentía decepcionada. Tal vez si ella se hubiera mantenido en el suelo, no pasaría eso, ni mucho menos, que mariposas hayan muerto al enfrentarse a aquél hombre. Morgan hiso un último intento por soltarse, sus ojos rápidamente se tornaron verdes, lágrimas salían de ellos y eso lo pudo sentir aquél hombre.
El hombre la tomó de la cintura y la cargó, se la llevó al pequeño bote que ella había encontrado. Morgan lloraba de desesperación, aquél hombre tan cruel le gritaba muy fuerte "CALLATE", pero eso sólo hacía sentir más debil a la dulce Morgan. El hombre la empujó ya dentro del bote haciendo que Morgan cayera y se golpeara en la cabeza en una de las orillas, haciendo que ella desmayara. El cielo comenzó a tornarse gris y el agua se hiso olas, el viento golpeaba violentamente la Isla y todo lo que se intervenía. Mientras que miles de mariposas borboloteaban por toda la Isla con desesperación..."Pide un deseo y se cumplirá"
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[...Narra Morgan...]
Me desperté y sentí un fuerte dolor en mi cabeza, miré a todos lados y me encontraba en un lugar que no conocía. Era una especie de hogar, era muy elegante y tenía un aroma agradable. Me levanté del lugar en donde me encontraba, era grande y alcochonado. Me senté y miré hacia todos lados, pero sentí un fuerte dolor en mi espalda, pasé mis manos por ella y no sentía mis alas, habían desaparecido. Me desesperé y comencé a llorar. No podía ser posible todo ésto. Perdí mi hogar, perdí mis alas y yo estaba completamente perdida en un lugar desconocido. Lloré descosoladamente cubriendo mis rostro con mis manos que estaban medio sucias, pude sentir una cálidas manos rodear mi espalda.
xx: Tranquila, todo estará bien.- Mencionó una voz suave y un poco apagada, miré a la persona que me tocaba, era una dulce anciana, con una mirada angelical.- ya no llores mi niña hermosa.- dijo mientras me acariciaba el rostro.
Morgan: ¿Cómo llegué aquí?- cuestioné mientras ella se sentaba al lado de mí.
xx: Te encontré tirada en un parque y estaba lloviendo. Así que te traje aquí.- Respondió sonriéndo sólo para mí, aquella sonrisa me hiso sentir bastante bien que mis ánimos subieron sintiéndome feliz.
Morgan: Muchas gracias.
xx: Está bien, bueno, métete a bañar, ahorita te traigo ropa.- mencionó aquella dulce anciana mientras me ayudaba a levantarme y me llevaba a un pequeño cuarto blanco. Comenzó a mover varias cosas haciendo que cayera agua. Yo sólo la miraba con los brazos cruzados.
Morgan: ¿Qué es eso?- pregunté tímidamente.
xx: Es una regadera hija.- respondió amable la anciana.- Por cierto, me llamo Mary. ¿Cuál es tu nombre?
Morgan: Mucho gusto.- respondí.- Me llamo Morgan.
Sra. Mary: Mucho gusto preciosa Morgan. Bueno, te dejo para que te bañes.
Mary salió del cuarto de donde me encontraba, me metí a la "regadera" y pude sentir las gotas calientes de agua caer sobre mi espalda, de nuevo ese dolor me estremecía. Duré mucho tiempo ahí dentro. Cuando por fín sentí que era suficiente, salí y me miré una pequeña pared en donde podía ver mi reflejo, me acerqué e hise muchos gestos, me reía de mí misma, me dí una vuelta y vi un poco rara mi espalda, me acerqué más a mi reflejo y pude notar que mis alas no se habían ido, ahí seguían, pero estaban impregnadas a mi piel...


Sra.Mary: Te dejo la ropa.- gritó desde afuera y me dejó completamente sola.
Tomé la ropa que me había traido, me la puse y me arreglé el cabello. Cuándo terminé de alistarme bajé corriendo las escaleras y sin darme cuenta me tropecé con alguien, fue tanta la fuerza con la que chocamos que me caí y quedé sentada en el último escalón, sentí un fuerte dolor que comencé a quejarme.
X: Lo siento. ¿Quién eres tú?.- cuestionó un voz medio gruesa, levanté la mirada y ahí estaba incado un chico alto, fornido y con unos ojos tan encantadores. Me quedé sin habla en ese momento. No traía playera alguna puesta, por lo que podía contemplar su esculturál cuerpo.
Morgan: Lo siento, mi nombre es Morgan.- Dije mientras aquél chico me ayudaba a levantar. Me sentó en una silla que estaba cerca y se dió media vuelta, pude ver que él tenía también un par de alas impregnadas a su espalda, me emocioné tanto que mi impulso fue levantarme y abrazarlo.- Eres un angel.
X: ¿Perdon?
Moran: Eres un ángel. Un ángel!!.- dije muy emocionada.
X: lo siento, yo soy Gustav. no entiendo por qué dices que soy un ángel.
Morgan: Por tus alas, aquí en tu espalda. Yo también tengo unas, mira..
Agarré con fuerza la camisa que tenía puesta, la desabroché por completo y me dí media vuelta para que él pudiera ver. Pude sentir su calurosa mano rozar mi espalda...
xx: ¿Qué están haciendo?...

Hey chicas... he aqui el capítulo 1, espero y les guste, comente mucho... y pasen ésta fic a quienes conozcan :) Bueno nenas.. las dejo.. cuidense mucho... Besos

7 comentarios:

  1. genial
    me encanto
    es hermoso
    tienes
    una gran
    imaginacion
    bzitoz
    X.o.X.o.
    by:caRly

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  2. wowwww!!!! esta increible!!!
    haaaaa me quede sin palabras
    ya quiero leer el proximo
    felicidades, saludos
    y buena suerte con la escuela
    bye

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  3. lo ame esta super me encanto!!
    eres super que buena escritora..
    me encanto! (:

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  4. Esta incrible la historia
    me encanto !!!!!!
    felicidades!!!!!!!!!!!!!!!!
    escribes muy bien, siguele

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  5. hehehe...
    el final estuvo
    super...
    pero pobre de
    Morgan le
    qiitaron las alas U.u

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  6. Super super....fina....tu historia...me gusto mucho ;)

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